La Orientación Vocacional es un conjunto de prácticas destinadas al esclarecimiento de la problemática vocacional. Se trata de un trabajo preventivo cuyo objetivo es proveer los elementos necesarios para posibilitar la mejor situación de elección para cada sujeto.
La Orientación Vocacional va dirigida mayormente a los estudiantes de centros escolares, tanto de nivel secundaria como a nivel medio superior, para darles un apoyo direccional hacia la elección de una carrera profesional, que sepan sobre sus habilidades, en qué área pueden llegar a desempeñarlas y que en un futuro no tengan la opción de haberse equivocado en su elección.
Por lo general, los destinatarios de la orientación vocacional son los adolescentes que se encuentran próximos a la finalización de sus estudios secundarios. De todas formas, también puede estar dirigida a estudiantes universitarios, jóvenes en general y hasta a adultos insertados laboralmente, que evalúan la realización de formación de postgrado.
Lo más frecuente es que para ayudar a los jóvenes, sobre todo, a encontrar esa vocación y ese camino profesional es que se utilicen, por parte de orientadores o pedagogos, una serie de herramientas tales como los conocidos test de orientación vocacional. Se trata de cuestionarios que están conformados
por una amplia lista de actitudes que son vitales en diversas profesiones y ellos deben elegir mediante cuatro parámetros (nada, poco, bastante o mucho) el interés que tienen en las citadas.
Así, por ejemplo, una de las actitudes que se pueden incluir en dichos test es sobre qué biografía le
interesa más leer. Una cuestión a la que mediante los citados parámetros deberá responder mediante
las opciones que se ofrecen: la de un médico, la de un empresario, la de un arquitecto o la de defensor de la naturaleza.
No obstante, además de este test que ayuda a conocer las habilidades propias del individuo, también se suele emplear otros instrumentos para llevar a cabo la mencionada orientación educativa. Así, se hace uso de todo tipo de información sobre las opciones educativas existentes, cómo se encuentra el mercado laboral, las carreras universitarias con más salidas profesionales…
Cabe destacar que la búsqueda vocacional es una tarea personal donde cada individuo debe reconocerse como protagonista, pero contando con los recursos necesarios para favorecer y enriquecer esa búsqueda.
En este sentido, hay que tener en cuenta que la vocación no es algo innato, sino que se desarrolla en el plano de la acción, el conocimiento y la convivencia. Al adquirir diversas experiencias de modo consciente e inconsciente, el sujeto se convence de que puede elegir por sí mismo.
Los profesionales que asisten en la orientación vocacional deben descubrir la singularidad de cada persona y acompañar su decisión, sin olvidar que la tarea implica una responsabilidad para ambas partes. La investigación sobre la historia personal, los gustos, las preferencias y las aptitudes son claves en el proceso.